Elimina toxinas y aumenta defensas. Abre los poros y elimina del cuerpo metales pesados (plomo, mercurio, zinc, níquel, cadmio…).

 

También elimina alcohol, nicotina, sodio, ácido sulfúrico y combate el colesterol. Aunque también perdemos minerales, que podemos recuperar con una bebida isotónica.

 

Se pueden llegar a perder hasta 2 litros de agua junto a las toxinas que eliminamos.

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Aumenta las defensas y elimina virus y células tumorales.

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Des estresante. Libera endorfinas y por lo tanto ayuda a combatir el insomnio y el stress.

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Mejora la función cardiovascular.

Al dilatar los vasos capilares obliga a bombear al corazón con mas fuerza para mantener la presión sanguínea.

 

Para personas con afecciones cardiovasculares se aconseja que la sauna no supere los 65 grados.

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Mejora la respiración. Está comprobado que los pacientes con enfermedades pulmonares obstructivas mejoran transitoriamente sus funciones pulmonares.

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Mejora la artritis. Ejerce un efecto positivo sobre el sistema locomotor y el estado psicoemocional aliviando el dolor artrítico.

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Ayuda en general a:

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Reducir la celulitis y adiposidades, torceduras, neuralgias, bursitis, espasmos musculares, rigidez articular y en general dolencias óseo-musculares.